Creación basada en el sentir de un extracto de Marcel Proust como primera tarea del taller literario.

“Una hora no es sólo una hora,
es un vaso lleno de perfumes, de sonidos,
de proyectos y de climas”
Marcel Proust

Horas…, que dan vida y regalan muerte entre sus tiempos,
malgastadas horas, sin tacto,
enmudecieron la voz del desvalido, lo dejaste sin sentido,
que llegas y te vas dejando el rastro, el halo de remembranza, doliente,
doliente son los despojos de tus muertes que llamamos recuerdos.
Cinco sentidos, una hora, percepción de escogidos.
En una hora, en una hora podría recolectar todo el sentir del mundo
y enterrarlo vivo sin que nadie sepa.
En una hora pierdo el tren, pierdo el viaje,
me tortura el tic tac de un reloj 3600 veces.

NO ES QUE YA NO SIENTA

Para un hermano…

No es que sea yo, ni la sonrisa, ni el llanto.
No es tu rostro, ni tus manos,
ni los sueños ni las muertes.

No es el tiempo nuevo que asesina al tiempo viejo,
no son las horas ni el café,
ni la ausencia… ni la noche.

No es el sentimiento que se inventa en las letras,
ni las ganas de verte.

Es no sentirte aunque no estas,
ni cuerpo, ni tiempo ni espacio,
ya no ocupas líneas en los pensamientos
ni versos en las letras que derramo.

Quisiera gritarte tantas veces que no te extraño,
que no me faltas.
No tan solo en eso que llamamos alegría o decimos tristeza,
sino en aquello que sentimos complacencia, de cómplice.
De emocionarse con la vida tal como nos llega,
porque no son dos los ojos que la miran, sino cuatro.

Hay ciertos pasos, ciertas vidas, ciertos cambios,
algunas muertes mas frías y desoladas…
cuando faltas.
Aquí, ya solo pienso por uno, pero sigo respirando por dos.

No es tu ausencia, ni tus idas, ni tus vueltas,
es solo que AQUÍ, en este universo de sucesos
que conozco como vida…
Haces falta.



Otoño, Abril 17 de 2006

Ermitaño.